La historia de Agustín Martegani en Boca parece haber terminado antes de empezar. El mediocampista, que llegó a mediados de 2024 como una promesa del mercado, no logró asentarse en la Primera y ya manifestó su intención de salir. La situación generó malestar interno y reflotó las críticas hacia la gestión deportiva del Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme. Martegani fue adquirido desde San Lorenzo, aunque su último paso activo fue por Tigre. Boca compró el 60% del pase por una suma cercana a los 2 millones de dólares, con el argumento de que sería un recambio estratégico para el mediocampo. Sin embargo, desde su arribo tuvo escasísimas oportunidades, incluso con múltiples bajas en su puesto. Fuentes del entorno del jugador aseguran que "no tuvo diálogo real con el cuerpo técnico" y que se siente relegado del proyecto. Ni con Jorge Almirón, ni ahora con Mariano Herrón —actual DT interino— logró ganarse la consideración. A esto se suma que ni siquiera fue incluido en las convocatorias de la Copa de la Liga ni de la Libertadores. El caso desató nuevamente cuestionamientos a la estructura deportiva del club. En particular, desde sectores opositores a la actual conducción boquense, que observan con preocupación la seguidilla de incorporaciones que no logran consolidarse, mientras se invierten cifras considerables en contratos y fichajes. Desde el Consejo intentan bajarle el tono al conflicto. Aseguran que “hay tiempo para que el jugador se afiance” y que su situación se revisará tras el Torneo Apertura. Sin embargo, los representantes del volante ya están buscando una salida a préstamo para el próximo mercado, e incluso se mencionan clubes de Brasil y México interesados. Este caso se suma a otros que expusieron decisiones apresuradas o mal ejecutadas en Boca durante el último año. Mientras la política interna del club comienza a perfilar su futuro electoral, historias como la de Martegani dejan al descubierto tensiones entre la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores que llegan como apuestas sin respaldo real en el proyecto futbolístico.