El aire porteño huele a fútbol y Boca acelera motores. A tres días del choque a todo o nada contra Independiente por los cuartos de final del Torneo Apertura, la gran noticia en Ezeiza fue la vuelta de Edinson Cavani al trabajo con pelota. El uruguayo dejó atrás la contractura en el sóleo derecho que lo marginó ante Lanús y ya se mueve con intensidad bajo la mirada de Mariano Herrón. Durante la práctica matutina, el Matador completó los ejercicios físicos sin molestias y participó del ensayo reducido. Si responde a la exigencia de jueves y viernes, el cuerpo técnico lo pondrá en la lista de concentrados. Herrón sueña con armar dupla de peso junto a Miguel Merentiel para lastimar a un Rojo que llega en alza. El probable once empieza a tomar forma: Romero; Blondel, Figal, Lema, Fabra; Medina, Equi Fernández, Zenón; Cavani (o Merentiel), Langoni y Merentiel (o Pipa Benedetto). La competencia interna se enciende: Benedetto se mostró fino en definición y Langoni sigue pidiendo pista por banda derecha. En la Ribera saben que el duelo ante Independiente vale algo más que un pase a semifinales: es la posibilidad de ratificar el proyecto en pleno recambio y de darle a la hinchada esa alegría que alimenta la pasión argentina por el fútbol. Con Cavani on?fire y La Bombonera latiendo, Boca se prepara para otra noche copera… aunque sea doméstica.