La noche en el Morumbí, que debía ser de celebración para São Paulo tras asegurarse el primer lugar del Grupo D de la Copa Libertadores con una victoria 2-1 sobre Talleres, se vio empañada por una grave denuncia de xenofobia. El defensor venezolano Miguel Navarro acusó al mediocampista paraguayo Damián Bobadilla de haberlo insultado con la frase "venezolano muerto de hambre" durante el partido. Navarro, visiblemente afectado, consideró abandonar el campo, pero decidió continuar en solidaridad con su equipo.  En la conferencia de prensa posterior al encuentro, el técnico argentino Luis Zubeldía fue consultado sobre el incidente. Su respuesta fue tajante: "¿Qué puedo saber yo?". Zubeldía expresó su molestia por las preguntas relacionadas con el tema, argumentando que estaba a 50 metros del lugar de los hechos y que desconocía la situación. "Clasificamos primeros. Desconozco esa situación. No sé de qué estamos hablando", agregó.  La reacción del entrenador generó críticas por su falta de empatía y por no abordar con seriedad una acusación tan grave. Navarro, por su parte, reiteró su denuncia en redes sociales, condenando el acto como un ejemplo de "pobreza mental" y comprometiéndose a llegar hasta las últimas consecuencias.  El Club Atlético Talleres emitió un comunicado expresando su apoyo a Navarro y su repudio al acto de xenofobia, enfatizando que el fútbol debe ser una herramienta de integración y respeto.  Este incidente ha generado una fuerte reacción en el ámbito deportivo sudamericano, reclamándose justicia y medidas firmes contra la xenofobia en el deporte.