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Miguel Ángel Russo inicia su tercer ciclo en Boca: rescisión con San Lorenzo, primera práctica y los refuerzos que se vienen

El experimentado entrenador acordó su salida de San Lorenzo tras una tensa negociación y ya dirigió su primera práctica en Boca Juniors. Con el Mundial de Clubes en el horizonte, Russo y Riquelme trabajan en la llegada de refuerzos clave para el Xeneize.

  • 30/05/2025 • 19:07

La tercera es la vencida. Miguel Ángel Russo volvió a pisar el predio de Boca Juniors como DT, iniciando su tercer ciclo al mando del club con la misma convicción que en 2007, cuando ganó la Copa Libertadores, y con el mismo temple que mostró en su exitoso regreso en 2020. Esta vez, el contexto es diferente: Boca viene de un golpe anímico por la salida de Martínez, y tiene por delante nada menos que el desafío de disputar el Mundial de Clubes 2025, donde enfrentará a gigantes como Bayern Múnich y Benfica.

Pero para llegar a este momento, Russo debió sortear un escollo no menor: su salida de San Lorenzo, que no fue ni pacífica ni gratuita. El club de Boedo exigía una suma cercana al millón de dólares para liberar al entrenador antes del vencimiento de su contrato en diciembre. Luego de varios idas y vueltas, se llegó a un acuerdo: Russo pagó 500 mil dólares, monto que se redujo a 350 mil netos al descontarse una deuda de $150 mil que San Lorenzo le debía al DT.

Russo

Así, con el camino liberado, Russo ya puso manos a la obra. Este viernes dirigió su primera práctica en Boca y dejó en claro que su plan es claro: equipo corto, ordenado, sin lujos pero con intensidad, como le gusta a él. En la sesión se lo vio muy activo, conversando con referentes y jóvenes, sabiendo que el tiempo apremia.

Una de las buenas noticias que recibió Russo apenas asumió fue la confirmación de que Miguel Merentiel obtuvo la ciudadanía argentina, lo que libera un cupo de extranjero. Esto es clave porque le permite al Consejo de Fútbol activar operaciones por refuerzos.

En la lista de apuntados por Riquelme, hay dos nombres que pican en punta. El primero es Malcom Braida, uno de los puntos altos de San Lorenzo en las últimas temporadas, que además conoce bien a Russo. El lateral/volante zurdo gusta por su recorrido, su ida y vuelta y su compromiso táctico. Boca analiza si negociará directamente con el Ciclón o si ejecutará la cláusula de rescisión que ronda los 1,2 millones de dólares.

El otro nombre es Walter Mazzantti, extremo de Huracán que también interesa para reforzar el frente de ataque. Rápido, encarador y con buena pegada, Mazzantti podría sumarse como alternativa por las bandas, sobre todo pensando en los cruces ante rivales europeos donde la velocidad y el desborde pueden ser claves.

En paralelo, Russo ya se encuentra analizando videos del Bayern Múnich y del Benfica, posibles rivales en la fase de grupos del Mundial de Clubes. El cuerpo técnico trabaja a contrarreloj para encontrar el once ideal, mientras el hincha de Boca vuelve a ilusionarse con un equipo que, bajo la conducción de un viejo conocido, quiere volver a escribir páginas doradas.

Porque si algo sabe Russo, es lo que significa dirigir a Boca. Lo vivió con Riquelme en la cancha y ahora lo vivirá con Riquelme en el escritorio. Pero la esencia es la misma: en Boca se sale a ganar siempre, y para eso, el trabajo ya comenzó.