¡Una postal inolvidable para los maradonianos de ley! En Inglaterra, donde tantas veces le gritaron “trampa” y él respondió con fútbol puro, un grupo de glorias de la Selección Argentina volvió a brillar. Fue en el marco del Torneo de Leyendas, donde ex futbolistas de distintas selecciones revivieron la pasión de vestir la camiseta nacional. Y la Albiceleste no solo ganó: dejó una huella cargada de mística, emoción y fuego sagrado.   El descontrol más sagrado Tras consagrarse campeones, los ex jugadores argentinos estallaron en un festejo alocado dedicado íntegramente a Diego Armando Maradona. La escena fue pura piel de gallina: camiseta número 10 en alto, una bandera con la imagen icónica de Diego y un canto que retumbó en todo el estadio inglés: "¡Olé olé olé olé, Diegooo, Diegooo!" Sí, el alma del 10 sigue intacta en cada rincón donde ruede una pelota. Y sus compañeros, sus herederos, no se lo olvidan.   ¿Quiénes jugaron? La lista de participantes fue de lujo. Entre ellos, Maxi Rodríguez, Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y otros tantos nombres que dejaron sangre en eliminatorias, Copas América y Mundiales. Con algunos kilos de más pero el talento intacto, mostraron que la técnica y el amor por la camiseta no se pierden nunca. Enfrente, leyendas de Inglaterra, Alemania y Brasil, entre otros. Pero la garra criolla pudo más. Maradona, eterno El homenaje improvisado a Maradona no fue casualidad. Todos saben que si hay alguien que marcó para siempre la historia del fútbol argentino —y mundial— fue él. “Esto también es por vos, Diego. Siempre vas a estar con nosotros”, gritó uno de los jugadores mientras alzaban la copa y hacían flamear una bandera con la cara del 10 besando el trofeo del 86. Mística albiceleste El evento, organizado por la FIFA como una previa simbólica de la Copa América, sirvió también para mostrar el respeto que genera la camiseta argentina. Los rivales, incluso los ingleses, se rindieron ante la emoción de los festejos. Y aunque fue un torneo de exhibición, el espíritu competitivo y la identidad nacional estuvieron más vivos que nunca.