La cuenta regresiva ya empezó: falta apenas un año para que ruede la pelota en el Mundial 2026 y Estados Unidos vive a puro vértigo los últimos ajustes para albergar el evento más importante del fútbol mundial. Estadios imponentes, logística de primer nivel y una maquinaria que apunta a convertir esta Copa en la mejor de la historia. Diego Valeri, emblema del fútbol argentino en la MLS, analizó la previa y se mostró entusiasmado: "Va a ser espectacular. Las canchas son extraordinarias, los campos de juego están perfectos y la organización es de altísimo nivel. Todo está pensado para que los jugadores se sientan cómodos y el público disfrute de una fiesta inolvidable", aseguró en diálogo con TyC Sports. Diego Valeri es comentarista de la MLS desde 2021.   El ex jugador de Lanús remarcó que los estadios no sólo serán lujosos sino también funcionales: “Muchos campos son techados, lo que garantiza clima ideal sin importar la época. Y la cercanía con las ciudades sede facilita los traslados para los equipos y los hinchas”. El Mundial 2026 tendrá una particularidad: por primera vez contará con 48 selecciones y 16 grupos de 3 equipos. Esta ampliación obligó a la FIFA y a la organización estadounidense a redoblar esfuerzos en logística, transporte y seguridad. Además, las distancias entre las sedes son un factor clave: Nueva York, Los Ángeles, Miami, Dallas, Atlanta y Seattle, entre otras, serán escenario de un torneo que buscará aprovechar la infraestructura deportiva de primer mundo que posee Estados Unidos. “El desafío es la cantidad de kilómetros a recorrer, pero hay vuelos constantes y conexiones rápidas”, explicó Valeri. Los norteamericanos, además, trabajan para darle al Mundial una impronta propia: shows espectaculares, experiencias tecnológicas de última generación y atracciones para los millones de fanáticos que llegarán desde los cinco continentes. El 11 de junio de 2026 marcará el puntapié inicial de un torneo que promete romper récords. Y Estados Unidos afila cada detalle para no fallar en la cita que espera desde 1994. El mundo ya palpita la máxima fiesta del fútbol. Y en Norteamérica ya se vive a flor de piel.