El mundo Boca no tiene paz ni vacaciones. Y mucho menos cuando un hijo pródigo como Leandro Paredes empieza a coquetear tan fuerte con volver a ponerse la azul y oro. El mediocampista de la Selección Argentina, que ya comenzó su descanso tras una larga temporada en Europa, no sólo dejó abierta la puerta de su regreso al Xeneize, sino que fue por más: sueña con convencer a su amigo y compañero de Roma, Paulo Dybala, para que lo acompañe en esta aventura en La Bombonera.   “Lo vuelvo loco”, admitió entre risas en una entrevista con Los Edul que tomó nuevo vuelo en estas horas decisivas. “De chico era hincha de Boca. Y él tiene la ilusión de jugar en el fútbol argentino, así que siempre le digo: si yo voy, venite conmigo”, lanzó el volante de 30 años, dejando encendida la chispa de una posible dupla soñada para los hinchas. Pero la historia no queda ahí. Paredes, que aterrizó este miércoles en Miami para arrancar sus vacaciones familiares, tampoco esquivó las preguntas de los periodistas que lo esperaban en el aeropuerto. “Las ganas de volver están, siempre estoy cerca. Pero no depende sólo de una decisión mía”, aclaró con diplomacia, aunque dejando la ilusión latente. El Consejo de Fútbol, con Juan Román Riquelme a la cabeza, ya le acercó una oferta tentadora: un contrato por tres años y medio con un salario similar al que percibe en Roma. Si el jugador da el OK, Boca accionaría la famosa "cláusula Boca" que figura en su vínculo con el club italiano, desembolsando 3,5 millones de dólares para repatriarlo.   “Con Román hablo bastante seguido, pero recién ahora estoy de vacaciones. Vengo de terminar una temporada muy larga, así que quiero descansar. Después de eso tomaré decisiones con la cabeza fría”, expresó Paredes mientras los hinchas en Miami le pedían fotos y autógrafos. El sueño está servido: Paredes cerca de volver al club de sus amores... ¿y con Dybala detrás? La ilusión de los bosteros no descansa.