Decretó el 2-1 ante Urawa Red Diamonds y redondeó su regreso luego de *10 meses sin jugar*, tras sufrir una rotura de ligamentos en octubre.Inter había arrancado perdiendo con el tanto de Watanabe a los 11 minutos. La posesión era suya, pero sin claridad, y recién en el complemento apareció la llave: *Lautaro Martínez*, fiel al estilo, igualó a los 78 minutos con un cabezazo de chilena—otra muestra de jerarquía. Pero el momento esperaradísimo llegó en el 92′. Carboni, que había ingresado en el segundo tiempo tras superar la grave lesión, cazó un rebote en el área y definió cruzado al palo, asegurando un triunfo que va más allá de los números: significó un renacimiento personal y un oxígeno valioso para el equipo.                                    Zona de Gol lo ve así Carboni no solo metió un gol: rescribió su destino. Su definición sobre la hora fue *la recompensa de meses de sacrificio*, tal como dijo en sus primeras palabras tras el partido. Christian Chivu lo definió como “emocional”: lo elogió por su mentalidad y su superación frente a la adversidad?. Para Inter, este triunfo lo pone líder del Grupo E con 4 puntos, y pone fin a la posibilidad de un ridículo tras la goleada sufrida en Múnich. Y para Carboni, es un renacer que lo pone otra vez en el radar del fútbol grande. ¿Qué sigue? El equipo italiano llega con confianza y respirando, con la mente puesta en el cruce decisivo ante *River Plate* el próximo miércoles a las 22 h (ARG). El que gane ese partido tendrá boleto asegurado a los octavos. Y Carboni, con su regreso y su gol sentimental, ya se postula como factor para ese duelo de gigantes.