Marcos Rojo, de 35 años y ex capitán, ya no forma parte del proyecto de Miguel Ángel Russo en Boca. Luego de quedar fuera del equipo contra Bayern, Rojo se presentó en la práctica posterior y se retiró directamente al gimnasio, alegando una supuesta molestia muscular. Esa actitud puso en evidencia que algo cambió: la paciencia del cuerpo técnico se agotó por completo . Antes de eso, durante el partido, Rojo apenas participó del precompetitivo en el banco y se lo vio casi sin intención. Tampoco estuvo en el entrenamiento regenerativo del sábado —ni en el campo ni en el gimnasio—, algo que en Boca interpretaron como falta de compromiso y que terminó por cerrar un capítulo que parecía abierto. Ahora, la dirigencia ya trabaja en darle salida tras el Mundial de Clubes, pese a que su contrato está vigente. Si no aparece una oferta formal —suena Inter Miami— se optaría por una rescisión de mutuo acuerdo. Mientras tanto, la duda es quién lo reemplaza en defensa: *Marco Pellegrino*, flamante refuerzo, aparece como candidato para acompañar a Di Lollo ante Auckland City.             Rojo supo ser figura y referente, pero Boca cambió de rumbo. Las señales fueron claras: faltas, actitudes y decisiones lo aislaron del grupo. Ahora el foco está en lo que viene: Pellegrino podría debutar en una prueba de fuego que marcará otro momento de transición en la defensa xeneize.     SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO?https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40