Paul?Pogba, campeón del mundo, no suele deslumbrarse con facilidad. Pero en su paso por Miami para ver a Boca en el Mundial de Clubes, el exvolante del Manchester United y Juventus se quedó sin palabras: "La afición de Boca es una locura. Eso no lo vi nunca en mi vida".  Y añadió sin tapujos: "Marsella y Napoli son calientes… pero lo de Boca, nunca vi eso". El francés no solo estuvo entre los espectadores: lo vieron en un picado con la camiseta de Boca, regalado por Juan Román Riquelme, y compartió fotos en el vestuario junto a Riquelme, Di María, Cavani, Romero, Herrera y Rojo. Su mensaje se amplificó con vídeos de la euforia Xeneize: Pogba quedó cautivado por el estruendo, la pasión y la cultura futbolera del club.   La validación viene de los grandes, si alguien de la envergadura de Pogba queda anonadado por la hinchada, Boca no está exagerando: su aliento volvió a marcar una diferencia que trasciende al campo. Pogba no solo vino como estrella, se integró al folclore del club y despertó ilusión entre papá y flia: “Si te llama Román…” ya resuena en redes. El reconocimiento de una figura mundial en un momento de urgencia deportiva ayuda a cargar con fe dentro y fuera de la cancha. No es un plus menor.