La pasión fue la puerta de entrada a una de las noches más negras del fútbol sudamericano. Apenas iniciado el segundo tiempo, el cotejo que el Rojo necesitaba ganar por más de diferencia para seguir en la Copa Sudamericana se vio interrumpido por una ola de violencia en las tribunas, hoy denominada como el “Desastre de Avellaneda”. El partido terminó oficialmente cancelado.   El caos en las tribunas Hinchas de Universidad de Chile iniciaron una embestida: destructivas acciones en el sector visitante, arrancando butacas, lanzando proyectiles, bombas de estruendo y generando destrozos severos. Ambos bandos protagonizaron enfrentamientos y la situación escaló a tal punto que barras de Independiente irrumpieron en el sector rival para atacar a los pocos hinchas chilenos que aún quedaban. Muchos quedaron heridos, otros fueron empujados desde las tribunas; hubo escenas de brutalidad, saqueos y represión policial desbordada.  El estadio sufrió una evacuación caótica: el árbitro suspendió el juego, abrió puertas para que la gente busque refugio, pero evidenció que las condiciones de seguridad eran inexistentes.    Conmebol toma cartas en el asunto CONMEBOL anunció que la falta de garantías impuesta por el club local y las autoridades derivaron en la cancelación definitiva del partido. Y no una suspensión provisoria, sino la decisión de llamar a la justicia deportiva. El caso fue derivado a la Comisión Disciplinaria y la resolución podría incluir desde un nuevo partido hasta la nulidad del resultado.    ¿Qué pasó en la cancha antes de todo esto?                     El partido transcurría con goles tempraneros: Assadi abrió el marcador para la “U” y Santiago Montiel empató para Independiente al cierre del primer tiempo. El Rojo, con urgencia por cortar una racha sin triunfos (7 partidos sin ganar), se jugaba su última carta para meterse en cuartos.  A los dos minutos  del complementario, el juez ordenó parar el cotejo debido a que hinchas locales ingresaron al campo de juego y uno de ellos estaba heridoLos incidentes siguieron y hasta tiraron una bomba de estruendo desde la parcialidad chilena. Mientras que los hinchas locales que estaban en la tribuna general baja, fueron pasando a una de las plateas.                       Violencia extrema Hinchas de ambos equipos protagonizaron una batalla campal, con heridos, detenidos y destrucción extrema. Cancelación final CONMEBOL detuvo el partido por falta de seguridad y derivará el caso a la comisión disciplinaria. Impacto institucional El caso llega con sanciones pendientes, posible reprogramación o resolución con consecuencias deportivas. El sueño de Independiente El Rojo necesitaba una victoria para seguir vivo; la crisis y el caos lo dejaron suspendido sin definición. Efecto en la Sudamericana Alianza Lima espera rival en cuartos, pero ahora todo pasó a un lugar incierto.       Este episodio no es solo un incidente deportivo: es un golpe al fútbol. Una tensión social evidente, descontrol, odio en las gradas y un deporte que se desdibuja ante la violencia. El fútbol merece mucho más que esto.           WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok