En el festejo del segundo gol de Boca, el foco no estuvo solo en Cavani. En el campo de juego, mientras el Matador recibía el abrazo de sus compañeros, también recibió un llamado que paralizó por un instante el momento de celebración: era Juan Román Riquelme. El ídolo y presidente del club lo había llamado con una palabra cargada de significado: felicitación y reconocimiento. Un instante íntimo, emotivo y simbólico.   "Me transmitió su alegría, yo le transmití la mía también", contó Cavani, visiblemente emocionado por ese contacto que fue más que una formalidad, fue un guiño de confianza. Con cinco meses sin gritar en “su cancha”, el Matador sintió ese reconocimiento como un nuevo impulso para su recuperación.   La mirada al palco, el silencio y ese llamado hablaron más que mil palabras. Fue una escena que resumió una alianza: de historia, jerarquía y pasión pura, entre el símbolo de las botas y el símbolo del palco.     El gesto Riquelme llamó a Cavani tras el gol, transmitiéndole su alegría. Reacción de Cavani “Me transmitió su alegría, yo le transmití la mía también”. Contexto emotivo Rompió una racha de cinco meses sin festejos en La Bombonera. Valor simbólico Conexión entre el legado futbolístico y el presente de Boca.     ¿Qué puede ser más Boca que este instante de unión sutil entre pasado y presente? Riquelme no necesita espectáculo, su gesto fue voz, abrazo y energía para Cavani. Y el Matador, el destinatario ideal para esta película que se escribe partido a partido.         WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok