El astro rosarino, quien el domingo cayó en la final de la Leagues Cup con Inter Miami, arribó a Ezeiza junto a su familia y De Paul para ponerse a disposición de Scaloni. Apenas aterrizó, se acercó a fanáticos y firmó autógrafos. Lionel Messi pisó suelo argentino junto a su familia y Rodrigo De Paul para sumarse a la selección que disputará las últimas fechas de Eliminatorias frente a Venezuela y Ecuador. Pero lo que quedó en la memoria no fue solo el arribo del capitán, sino el impecable gesto de comunidad: bajó del avión, saludó a los fanáticos y firmó camisetas sin dudar. Un momento pequeño pero gigante —con él, los hinchas volvieron a sentir ese vínculo único que lo caracteriza. El periodista que estaba allí lo describió con simpleza: “Messi se acercó de golpe, no lo esperábamos.” Y así fue: entre los flashes y cámaras, eligió regalar un instante de cercanía, silenciosa y conmovedora, antes de ponerse a disposición del Seleccionado para el entreno de esa misma tarde.   Con su camiseta y su humildad intactas, Messi volvió a reforzar que ser capitán es también estar cerca. Mientras el país mira atento al avance hacia el Mundial, ese arribo fue un gol emocional que vale mucho.           WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok