Imposible olvidar ese momento inicial que hizo temblar al Monumental. Lionel Messi disputaba su primer partido oficial de Eliminatorias en Argentina —un encuentro que terminó 2-0 ante Perú— y a los 78 minutos recibió una falta que desató todo. Un penal que Juan Román Riquelme cambió por gol abrió el marcador y, como consecuencia, el arquero peruano Leao Butrón fue expulsado. Un acto decisivo que, como diría el artículo original, fue “el germen de la historia” que vendría después. Ese episodio cargado de dramatismo pronto se transformó en símbolo. Messi, aquel chico que volvía a pisar el Monumental con la mayor expectativa, empezaba a escribir un capítulo irrepetible: goles, liderazgos, récords y emociones que comenzaron gracias a esa jugada punzante. Riquelme, los hinchas, la presión... todo confluyó en un disparador de ídolo absoluto.   En ese debut oficial en Eliminatorias jugando como local, Messi no solo abrió el marcador: inició lo que sería un legado de época en cada torneo clasificatorio. Y lo hizo con la elegancia que solo él tiene, vistiendo la albiceleste por primera vez en ese contexto, ante un público que aún no sabía que iba a vivir dos décadas de éxitos inolvidables junto a él.   Claves del momento Gesto decisivo    Falsa recibida → penal → gol de Riquelme → expulsión de Butrón. Un flash histórico. Inicio simbólico    Esa jugada marcó el despertar oficial de Messi como figura en Eliminatorias en casa. Génesis de una era    Fue el primer capítulo de una trayectoria legendaria que sigue vigente en 2025.   Aquel penal fue mucho más que un disparo desde los 12 pasos: fue el encendido de una llama que nunca se apagó. Messi entró como una promesa y el Penal-Germen lo transformó en mito.         WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok