La mañana madrileña amaneció agitada. A las 9:23hs, Correa subió a Instagram una foto abrazando a la afición colchonera: “Gracias por estos años increíbles, siempre estaré en sus corazones”. El mensaje duró apenas 40 minutos: desde el departamento de comunicación rojiblanco le exigieron borrarlo. El enojo del club Recordatorio contractual: Atlético publicó un comunicado escueto —sin nombrar al jugador— advirtiendo que “todo futbolista bajo vínculo debe respetar los cauces formales antes de anunciar futuros pasos”. Molestia dirigencial: fuentes en el Metropolitano hablan de “presión mediática” para forzar la salida. Simeone, sorprendido: el Cholito contaba con Ángel como pieza de recambio; ahora pidió una reunión cara a cara. La trama de fondo Milán ofreció € 18 M más variables, lejos de la cláusula de € 40 M. Un club de MLS (Inter Miami levantó el teléfono) coquetea con pagarle un salario top al campeón del mundo. Correa, con 8 temporadas y 71 goles en Atlético, busca minutos y un contrato largo. El lado del jugador Se siente “tapado” por Griezmann y Morata. Pretende que el club facilite la negociación como “premio” a su trayectoria. Su entorno dice que solo publicó el post “por emoción”, creyendo que el pase estaba encaminado. Próximos pasos El representante se reunirá esta semana con Enrique Cerezo. Si no hay acuerdo, el Atlético amenaza con hacerlo cumplir el año restante de contrato. Mientras tanto, Correa volvió a entrenar en Majadahonda, en silencio y cabizbajo.