Talleres está en llamas. La sorpresiva renuncia de *Diego Cocca* antes de debutar como DT dejó al club cordobés sumido en una crisis institucional que no para de crecer. Pero la bronca no es solo deportiva: el verdadero blanco de los hinchas es Andrés Fassi, el presidente del club desde hace más de una década, y a quien acusan de querer perpetuarse en el poder.                       Ayer por la tarde, un grupo numeroso de socios y simpatizantes se autoconvocó frente a la sede social de la “T”, donde exigieron la renuncia inmediata de Fassi. Con banderas, cantos y mucho enojo, denunciaron destrato a la identidad del club, decisiones erráticas en el mercado de pases y una conducción alejada del sentir popular. “¡Abrí el club, culiao!”, se leyó en varios carteles, en clara referencia a la falta de participación de los socios en las decisiones claves.                   Y eso no es todo. Para esta tarde se convocó una marcha por Barrio Jardín, donde se espera aún mayor presencia de hinchas. La consigna es clara: basta de Fassi. “Estamos cansados de que maneje el club como una pyme personal. No hay refuerzos, no hay proyecto, y ahora ni técnico tenemos”, dijo un socio que participó en la protesta de ayer. El trasfondo político también suma tensión: *Fassi quiere reformar el estatuto del club* para permitir su reelección, ya que su mandato actual vence en noviembre. Desde la oposición, particularmente la agrupación *Más Talleres*, denuncian que es una maniobra para “blindarse en el cargo” y evitar una elección abierta. “Prometió una escuela de dirigentes, pero nunca la hizo. No quiere soltar el poder”, disparó Daniel Quinteros, principal referente opositor. La renuncia de Cocca, motivada por la falta de refuerzos y el destrato a su cuerpo técnico, fue el último detonante. Talleres ahora no solo busca un nuevo DT a horas del debut en el Clausura, sino que enfrenta un clima social caldeado, con sus hinchas hartos de una gestión que prometía profesionalismo pero dejó al club en una situación crítica. Andrés Fassi tomó el control de Talleres en 2014, y desde entonces se convirtió en el hombre fuerte del club cordobés. Bajo su gestión, la “T” acumuló críticas por su estilo personalista, el manejo cerrado del club y la falta de transparencia. Su figura genera rechazo en un amplio sector de la hinchada albiazul, que lo acusa de “vender gestión pero no pagar ni el café”, como ironizó una nota publicada por Zona de Gol (léase: ¿Quién es Fassi? El patrón de la doble moral: vende gestión, pero no paga ni el café¨)., que retrató los incumplimientos con empleados, la falta de refuerzos, los destratos internos y el vaciamiento institucional. Su nombre suena con fuerza cada vez que se habla de privatización del fútbol argentino, y muchos lo señalan como uno de los principales lobbistas de las SAD, con conexiones directas con el gobierno nacional y un objetivo claro: convertir a Talleres en su laboratorio para aplicar el modelo empresarial en el fútbol criollo.                                                 Éste modelo, que busca debilitar el modelo de clubes con socios y participación democrática, encendió aún más la furia de los hinchas, que lo ven como un dirigente más preocupado por los negocios que por la identidad de la “T”. Mientras los socios protestan por falta de transparencia y destrato, Fassi aparece alineado con quienes pretenden privatizar el fútbol, profundizando el rechazo en Barrio Jardín. En plena cuenta regresiva para el debut ante San Lorenzo este viernes, la “T”, no sumó refuerzos de jerarquía, y la bronca en las tribunas no deja de crecer. El ciclo de Fassi ahora transita sus horas más oscuras.         SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40