El color empezó de madrugada. Grupos de socios autoconvocados llegaron con sogas, rodillos y lonas. El despliegue ocupó las calles Irala, Aristóbulo del Valle y Del Valle Iberlucea. “La Bombonera late, no se negocia”, reza la bandera central que cubre casi un frente completo. Otra, en letras doradas, señala: “Esta es la casa de Román”. Los mensajes más repetidos apuntan a alentar al equipo de Mariano Herrón, que ya definió la lista de concentrados sin sorpresas. También hay referencias a la necesidad de un proyecto definitivo de ampliación: “Paredes afuera, tribunas adentro” y “70?mil almas o nada” son algunos de los carteles que interpelan a la dirigencia. Seguridad y logística Personal de la Comuna 4 supervisó que las cintas no obstruyan la vía pública y que las lonas mantengan distancia de cables eléctricos. Además, el club coordinó con la Policía de la Ciudad un operativo que contará con 900 efectivos el día del partido. Clima de partido grande Las entradas volaron en dieciocho minutos. Se espera un recibimiento con 30?mil tiras de papel y un mosaico que cubrirá las cuatro tribunas. La Subcomisión del Hincha pidió llegar temprano para ensayar el cántico “Volveremos a ser campeones otra vez”, que debutará frente al Rojo. El rival toma nota Desde Avellaneda filtraron que el plantel de Independiente planea salir a la cancha cinco minutos antes para aclimatarse al ruido. “Sabemos lo que es jugar en la Bombonera llena, pero este contexto va a ser especial”, reconoció Julio Vaccari.