El debut que ilusionó y se esfumó En 2016, apenas un año después del adiós como jugador, Arruabarrena aceptó el reto de tomar un modesto Al?Shabab de Dubai. “Pensé que era el primer escalón hacia Boca”, admite. Su equipo arrancó con dos victorias, pero un combo de lesiones y choques con la dirigencia lo dejó sin brújula: nueve partidos sin ganar y adiós anticipado. “Estaba podrido” “Me levantaba de mal humor, obsesionado con videos y pizarrones. Dejé de disfrutar. Ahí entendí que el traje de DT no era para mí”, reveló en Planeta BJ. La presión boquense, un plus imposible El Vasco asegura que, si aquella aventura ya lo asfixiaba, sentarse en el banco de La Bombonera habría sido “un infierno emocional”. Confesó que JUAN ROMÁN RIQUELME lo tanteó en 2020 (“fue un café cordial”), pero él mismo se bajó.     Mirada crítica sobre el Boca actual “Veo mucho ida y vuelta y poco control del mediocampo”, diagnosticó. Destacó a EQUISOYE como “el mejor lateral zurdo del torneo” y pidió paciencia para MARCELINO MORENO. ¿Cavani? “Con confianza, todavía te liquida un clásico”. Qué hace hoy Lejos de la pizarra, Arruabarrena combina la representación de juveniles con charlas motivacionales en el interior. “Me siento más útil aconsejando chicos que gritando en una línea de cal”, remata.