En el marco del potente desembarco boquense en Miami por el Mundial de Clubes, Juan Román Riquelme tuvo un rol central en una jornada que mezcló pasión, negocios y estrategia institucional. En el Hard Rock Hotel & Casino de Hollywood Beach, el ahora presidente de Boca encabezó un anuncio de impacto: la firma de un acuerdo con la cadena Hard Rock para instalar un restaurante dentro de La Bombonera, un paso clave en el plan de expansión global del club . Con los hinchas tiñendo las calles de azul y oro, Riquelme estuvo acompañado por miembros de la delegación que ya se encuentra en Estados Unidos de cara al debut frente al Benfica. Con la habitual solemnidad que lo distingue, el ex 10 resaltó la importancia del convenio, que llevará una filial del icónico local gastronómico al histórico sector de la confitería, incluso con vistas a extenderse hacia la platea baja . Este convenio no es uno más. La llegada de Hard Rock no solo suma infraestructura moderna al estadio, sino que se enmarca en la estrategia de internacionalización que Boca viene consolidando en los últimos años. Instalando su marca dentro de una franquicia de alcance global, el Xeneize potencia su imagen y maximiza su presencia en línea con figuras como Lionel?Messi, embajador de la cadena . El anuncio incluyó un banderazo multitudinario en Miami Beach, con miles de hinchas alentando sin parar, y una conferencia encabezada por Miguel Ángel Russo. El DT se mostró cómodo: con la delegación al completo —Riquelme viajó en vuelo comercial para estar más cerca de la gente— y el respaldo presidencial desde el primer minuto, Boca expone un plan de trabajo serio y emocional . Con este movimiento, Riquelme y el club dejan en claro que el futbolero xeneize no se limita al campo de juego. En pleno Mundial de Clubes, la gestión avanza con una presencia institucional fuerte y una visión estratégica que acapara la atención global. Aunque la pelota aún no ruge en Miami, el impacto ya se siente: Boca pisa fuerte.